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La casa de la mirada by Octavio Paz

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Caminas adentro de ti mismo y el tenue reflejo serpeante que te conduce
    no es la ultima mirada de tus ojos al cerrarse ni es el sol timido golpeando tus parpados:
    es un arroyo secreto, no de agua sino de latidos: llamadas, respuestas, llamadas,
    hilo de claridades entre las altas yerbas y las bestias agazapadas de la conciencia a obscuras.
    Sigues el rumor de tu sangre por el pais desconocido que inventan tus ojos
    y subes por una escalera de vidrio y agua hasta una terraza.
    Hecha de la misma materia impalpable de los ecos y los tintineos,
    la terraza, suspendida en el aire, es un cuadrilatero de luz, un ring magnetico
    que se enrolla en si mismo, se levanta, anda y se planta en el circo del ojo,
    geiser lunar, tallo de vapor, follaje de chispas, gran arbol que se enciende y apaga y enciende:
    estas en el interior de los reflejos, estas en la casa de la mirada,
    has cerrado los ojos y entras y sales de ti mismo a ti mismo por un puente de latidos:
                                  EL CORAZON ES UN OJO.

    Estas en la casa de la mirada, los espejos han escondido todos sus espectros,
    no hay nadie ni hay nada que ver, las cosas han abandonado sus cuerpos,
    no son cosas, no son ideas: son disparos verdes, rojos, amarillos, azules,
    enjambres que giran y giran, espirales de legiones desencarnadas,
    torbellino de las formas que todavia no alcanzan su forma,
    tu mirada es la helice que impulsa y revuelve las muchedumbres incorporeas,
    tu mirada es la idea fija que taladra el tiempo, la estatua inmovil en la plaza del insomnio,
    tu mirada teje y desteje los hilos de la trama del espacio,
    tu mirada frota una idea contra otra y enciende una lampara en la iglesia de tu craneo,
    pasaje de la enunciacion a la anunciacion, de la concepcion a la asuncion,
    el ojo es una mano, la mano tiene cinco ojos, la mirada tiene dos manos,
    estamos en la casa de la mirada y no hay nada que ver, hay que poblar otra vez la casa del ojo,
    hay que poblar el mundo con ojos, hay que ser fieles a la vista, hay que
                  CREAR PARA VER.

    La idea fija taladra cada minuto, el pensamiento teje y desteje la trama,
    vas y vienes entre el infinito de afuera y tu propio infinito,
    eres un hilo de la trama y un latido del minuto, el ojo que taladra y el ojo tejedor,
    al entrar en ti mismo no sales del mundo, hay
rios y volcanes en tu cuerpo, planetas y hormigas,
    en tu sangre navegan imperios, turbinas, bibliotecas, jardines,
    tambien hay animales, plantas, seres de otros mundos, las galaxias circulan en tus neuronas,
    al entrar en ti mismo entras en este mundo y en los otros mundos,
    entras en lo que vio el astronomo en su telescopio, el matematico en sus ecuaciones:
    el desorden y la simetria, el accidente y las rimas, las duplicaciones y las mutaciones,
    el mal de San Vito del atomo y sus particulas, las celulas reincidentes, las inscripciones estelares.

    Afuera es adentro, caminamos por donde nunca hemos estado,
    el lugar del encuentro entre esto y aquello esta aqui mismo y ahora,
    somos la interseccion, la X, el aspa maravillosa que nos multiplica y nos interroga,
    el aspa que al girar dibuja el cero, ideograma del mundo y de cada uno de nosotros.
    Como el cuerpo astral de Bruno y Cornelio Agripa, como las granes transparentes de Andre Breton,
    vehiculos de materia sutil, cables entre este y aquel lado,
    los hombres somos la bisagra entre el aqui el alla, el signo doble y uno, V y ^ ,
    piramides superpuestas unidas en un angulo para formar la X de la Cruz,
    cielo y tierra, aire y agua, llanura y monte, lago y volcan, hombre y mujer,
    el mapa del cielo se refleja en el espejo de la musica,
    donde el ojo se anula nacen mundos:

    LA PINTURA TIENE UN PIE EN LA ARQUITECTURA Y OTRO EN EL SUENO.

    La tierra es un hombre, dijiste, pero el hombre no es la tierra,
    el hombre no es este mundo ni los otros mundos que hay en este mundo y en los otros,
    el hombre es la boca que empana el espejo de las semejanzas y dice si,
    el equilibrista vendado que baila sobre la cuerda floja de una sonrisa,
    el espejo universal que refleja otro mundo al repetir a este, el que transfigura lo que copia,
    el hombre no es el que es, celula o dios, sino el que esta sienpre mas alla.
    Nuestras pasiones no son los ayuntamientos de las substancias ciegas pero los combate y los abrazos de los elementos riman con nuestros deseos y apetitos,
    pintar es buscar la rima secreta, dibujar al eco, pintar el eslabon:
    El Vertigo de Eros es el vahido de la rosa al mecerse sobre el osario,
    la aparicion de la aleta del pez al caer la noche en el mar es el centelleo de la idea,
    tu has pintado al amor tras una cortina de agua llameante

    PARA CUBRIR LA TIERRA CON UN NUEVO ROCIO.

    En el espejo de la musica las constelaciones se miran antes de disiparse,
    el espejo se abisma en si mismo anegado de claridad hasta anularse en un reflejo,
    los espacios fluyen y se despenan bajo la mirada del tiempo petrificado,
    las presencias son llamas, las llamas son tigres, los tigres se han vuelto olas,
    cascada de transfiguraciones, cascada de repeticiones, trampas del tiempo:
    hay que darle su racion de lumbre a la naturaleza hambrienta,
    hay que agitar la sonaja de las rimas para enganar al tiempo y despertar al alma,
    hay que plantar ojos en la plaza, hay que regar los parques con risa solar y lunar,
    hay que aprender la tonada de Adan, el solo de la flauta del femur,
    hay que construir sobre este espacio inestable la casa de la mirada,
    la casa de aire y de agua donde la musica duerme, el fuego vela y pinta el poeta.